-LIBERTAD DE EXPRESION-

"Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideraciones de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección y gusto."

"No he venido a traer paz, sino espada" San Mateo. X,34


jueves, 10 de febrero de 2011

TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN


La verdadera “Teología de la liberación” y la “Teología negativa”.



¿Qué es lo que hace libre a un hombre? Rápidamente me viene a la mente la respuesta de que sólo Dios, sólo Dios hecho Hijo. Pero eso lo sabemos muy pocos en pleno siglo XXI. El Maligno y sus sicarios no pueden permitir tal conocimiento extendido por los pueblos.

Cuando se pasa mucho tiempo entre libros y especialmente entre aquellos que no se reeditan por censuras diversas, uno corre el riego de volverse un hombre inactual. Lo cual es una virtud pero al mismo tiempo un peligro, porque incapacita para llegar al hombre moderno.

Para comprender algunas cosas, el hombre moderno debe recorrer un trecho del camino, lo que vuelve muy difícil la tarea de rescatar a los náufragos.

En un mundo tan atomizado como el de hoy entiendo que no todos los hombres hayan mantenido la fe. Esa división infinita es característica maligna, frente a la unidad divina. El caos frente a la armonía. La duda frente a la certeza. Esas son las características de esta época diabólica.

Cuando Dios le pregunta a Job antes sus recriminaciones: "¿Dónde estabas tú mientras yo creaba el mundo?". ¿Puede haber algo más grandioso que devuelva al hombre a su conciencia de criatura?

Durante unos años pasé una fase en la que la política lo inundaba todo. Hasta la religión estaba medida y pesaba en términos políticos, hasta que sin mérito alguno por mi parte a no ser las lecturas, me vino de pronto la certeza de mi error. Precisamente leyendo a Ortega que se refería la papel del dinero en la sociedad medieval y a Berdiaef que afirmaba que había que rechazar con repugnancia al dinero fuera de su limitada esfera de influencia.

Esto lo apliqué rápidamente a la esfera espiritual, política, artística, etc. Así que de lo que mejor puedo hablar es de lo que me ha ocurrido a mi y de lo que veo a mi alrededor.

La lujuria, la codicia, la soberbia siguen siendo los talones de Aquiles del hombre, se adorne con los adjetivos que se quiera: neolítico, clásico, medieval o postmoderno. Lo que si cambia es el ambiente que trabaja para destruir el ser real del hombre, su alma, su mente.

Hoy se ha introducido la manipulación “científica” de las masas, la ingeniería social, la psicología de masas. El individuo pierde pie y se ahoga en tal ambiente.

Pero el hombre hundido, hueco, aún tiene un camino para salir de la Duda y afirmarse poco a poco en certezas de todo tipo, desde las de orden natural hasta las sobrenaturales.

Este camino lo llamamos “teología negativa”, y luego sacar por este sistema una polítca, una economía, etc.



Veamos que es "luz" para la Sinagoga de Satán y qué es "tiniebla", para sacar nosotros lo contrario. Su luz es nuestra desgracia, lo que aborrecen nuestra luz. Su Imperio demoníaco trabajo con miles, millones de esclavos para construir el Infierno en la Tierra. Día tras días, durante siglos.

¿Qué odian los enemigos de la Humanidad? A Dios y adoran a Satán.

¿Qué más? Especialmente a Cristo, a su Madre, a la Iglesia...

Odian la belleza, el orden, la moral, la virilidad masculina, el pudor femenino, las normas morales externas a la mente de los hombres, la caridad, el trabajo honrado, la meternidad, el respeto a la Creación.

¿Qué quieren?

La usura, el materialismo, el aborto, la sodomía, la mezcla de razas, la destrucción de la familia, el caos, la Decadencia, la matanza, la violación, el robo, el genocidio, etc.



Pues ya tenemos un programa para cambiar nuestras vidas.



En un mundo en ruinas, afirmo que la primera obligación del hombre concreto es reencontrarse con Dios, pero no un Dios amorfo o hecho a la medida de cada cual: sino encontrarse con Cristo. Y si no tiene fe, actuar como si la tuviera en espera de que Dios le conceda tal don ante sus esfuerzos en la lucha contra el Imperio de Satán.

Después de haberse recuperado a sí mismo, entregar su vida por la comunidad propia: la familia, el pueblo, la nación.... Cada cosa en su sitio, y de esa armonía surge una fuente de poder inimaginable.

La primera lucha es interior, es espiritual. Sólo después puede llegar lo demás. El hombre vacío, que duda, no puede inmolarse en la Guerra contra los enemigos de Dios.

No es fácil, más bien muy difícil. Pero eso no nos exime de luchar, de morir luchando. Hoy un hombre sólo se puede liberar mediante la lectura y la oración. Buscad libros antiguos, libros censurados por el Gran Satán y meditad tras su lectura. Forjad en vuestro interior una coraza que nada pueda afectar.

Despertad al hombre nuevo que yace dormido en el fondo de vuestra alma.

Luchemos hasta el último aliento contra los sin Dios, que hoy se disfrazan con nuevos ropajes.

Decía Julio César que temía al hombre delgado y solitario. Apartaos del mundo para nacer de nuevo y volved para arrojar a los perros fuera del mundo.



Probablemente esta frase que le oí a un periodista no esté falta de razón: “Lucifer camina hoy por una calle de Nueva York, vestido con una chaqueta de Armani. Es un ejecutivo de cualquier multinacional”.

martes, 8 de febrero de 2011

SAN GUILLERMO DE NORWICH, Mártir


SAN GUILLERMO DE NORWICH, Mártir

En 1144, en Norwich, se crucificó a un muchacho doce años y su costado fue perforado en la Pascua Judía. Se halló su cuerpo en un saco escondido en un árbol. Un Judío converso, llamado Theobald de Cambridge, reconoció entonces que los Judíos tomaban sangre cada año de un niño cristiano, porque pensaban que sólo así se podría obtener la libertad y retornar a Palestina, que tenían por costumbre echar a suertes para resolver de dónde se obtendría la sangre; Theobald dijo que el año anterior la suerte había caído sobre Narbonne y en el presente año en Norwich. Se beatificó al muchacho localmente y, desde entonces, se le conce como San Guillermo. El alguacil, probablemente sobornado, negó lo atribuido a los Judíos en el juicio.
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En J. C. Cox Norfolk Churches, Vol. II, pág. 47, como también en el Victoria Country History of Norfolk, 1906, Vol. II, hay una ilustración de un viejo pintor mostrando el Asesinato Ritual de San Guillermo, la misma escena se podía ver en la Iglesia de Loddon, Norfolk, salvo que la hayan quitado ya. Nadie niega este caso como un evento histórico, pero los Judíos, por supuesto, dicen que no es un Asesinato Ritual… En los registros de Artes y Monumentos de la Iglesia, de John Foxe, se registra este ritual, lo mismo que Bollandists y otros historiadores. El Prior, William Turbe, quien después llegó a ser Obispo de Norwich, era el más empreñado en insistir que el crimen era un Asesinato Ritual Judío; en el Diccionario de Biografía Nacional (¡revisado por un Judío!) aclarara que su carrera, aparte de este caso de Ritual Asesino, era la de un hombre de gran fuerza de carácter y valor moral.
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Negar que el caso de San Guillermo de Norwich fue un Asesinato Ritual es sin duda acusar a los Reyes ingleses, al Clero inglés, y a los oficiales ingleses, conocidos por ser hombres de buena moral. En el caso de San Guillermo, el pueblo tomó el asunto en sus propias manos porque el alguacil no iba a hacer nada. "Es difícil negar todo crédito a historias tan circunstanciales y tan frecuentes". Así le dice el Social England acerca de los Asesinatos Rituales en Inglaterra, Vol. I, p. 407, I893, editado por H. D. Traill.
Un hecho significante es que el Haydn's Dictionary of Dates, por lo menos hasta 1847, citaba los Asesinatos Rituales de Inglaterra como hechos indiscutibles.
San Guillermo de Norwich es el Patrono de los secuestrados y torturados.
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San Simón de Trento y San Guillermo de Norwich,
rogad por nosotros.
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SAN SIMÓN DE TRENTO


SAN SIMÓN DE TRENTO, Inocente y Mártir



De acuerdo con el Martirologio Romano, que en este día conmemora "la pasión de San Simeón, niño, cruelísimamente sacrificado por los judíos en Trento y después glorificado por sus muchos milagros". En 1475, un muchacho de tres años, llamado Simón, desapareció en el pueblo italiano de Trento; las circunstancias eran tales que la sospecha recayó en los Judíos. Esperando declarar sobre esta sospecha, uno de ellos "halló" el cuerpo del niño en una canalización, donde después confesaron haberlo tirado. El examen del cuerpo, reveló a todas luces que el muchacho no se había ahogado; había heridas extrañas en el cuerpo, de circuncisión y crucifixión.

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Según testimonios recogidos en Trento poco después de la tragedia, un médico judío atrajo con halagos y secuestró al pequeño con miras a la celebración de la Pascua judía. Después de crucificar al niño y extraerle la sangre, los oficiales de la sinagoga ocultaron su cuerpo por algún tiempo y, después lo arrojaron al canal. Se arrestaron aproximadamente a siete Judíos; fueron torturados y reconocieron que el muchacho había sido ritualmente asesinado con el propósito de obtener sangre cristiana para mezclar con el pan ázimo ceremonial; se hicieron estas confesiones separadamente y estuvieron de acuerdo en la totalidad de los detalles esenciales.
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Se juzgó a los Judíos y finalmente fueron ejecutados. El funcionario a cargo de la investigación del crimen fue Jean de Salis de Brescia, un Judío convertido, originalmente llamado Jean de Feltro, quien describió cómo su padre lo dijo que Judíos de su pueblo, Lanzhat, habían matado a un niño en una Pascua y de cómo mezclaron su sangre en el vino y en pasteles.
¡Nadie se ha atrevido alguna vez a reprobar y negar los eventos históricos de este caso; sólo los Judíos inventan "razones" de por qué no era un Asesinato Ritual!. Pero no hay ningún escape a la conclusión opuesta. En 1759, en respuesta a una apelación Judía de Polonia, la Inquisición envió al Cardenal Ganganelli (que más tarde llegó a ser el Papa Clemente XIV) para investigar e informar de todo este asunto, con referencia particular a los muchos casos que por entonces se informaron en Polonia. (Ver Informe del Cardenal Ganganelli, en el The Ritual Murder Libel and the Jew, de C. Roth, 1935, pág. 83): "admito entonces como verdadero el hecho del Bendito Simón, muerto a los tres años de edad, asesinado por los Judíos en Trento en el el año de 1475 en odio de la fe de Jesucristo (aunque sea discutido por Basnage y Wagenseil); por el famoso Flaminio Cornaro, un Senador Veneciano, en su trabajo "El Culto del Niño San Simón de Trento" (Venice, 1753) dispone de todas las dudas levantas por los mencionados críticos". Los Judíos tratan de tirar a descrédito a los jueces que condenaron a los asesinos Judíos. El Papa Sixto IV, enfrentó la posibilidad de sancionar el culto de San Simón; pero la razón de esto era que el culto no estaba aun autorizado por Roma, era un movimiento popular sin autoridad. Este mismo Papa, más tarde, expresó su aprobación del veredicto sobre los Judíos en la Bula Papal XII Kal. Julio, 1478.
No tenemos sólo el testimonio acerca de lo correcto de los procedimientos de Sixto IV; también de varios otro Papas; Sixto V, quien reguló el culto popular de San Simón al ratificarlo en 1588, como lo citado por Benedicto XIV en Libro I, Ch. XIV, Nº 4 de su trabajo En la Canonización de los Santos; también por el mismo Papa Benedicto XIV en su Bulla Beatus Andreas del 22 de febrero, I755, en que confirma a Simón como un santo, un hecho que omitió de los argumentos de ese abogado de los Judíos, Strack (The Jew and Human Sacrifice); Gregorio XIII reconociendo a Simón como un mártir, y también visitando la urna; y, como ya se declaró, se obligó a reconocer que era un caso de asesinato Judío en odio de Cristiandad según Clemente XIV.
La urna de San Simón está en la Iglesia de San Pedro, en Trento; se muestran reliquias de él todavía, entre ellos el cuchillo sacrificatorio.
Para resumir, el Asesinato Ritual de San Simón de Trento es apoyado por tal evidencia que quien dude de la condena, en consecuencia, lo hace sin razón de las altas autoridades jurídicas y eclesiásticas de cuya probidad e inteligencia no hay la más ligera excusa para ponerlas en duda.
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