-LIBERTAD DE EXPRESION-

"Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideraciones de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección y gusto."

"No he venido a traer paz, sino espada" San Mateo. X,34


viernes, 28 de mayo de 2010

DIEZ OBJECIONES A LA MISA DE SIEMPRE




Diez objeciones a la Misa de siempre.

Tan grande es la confusión y falta de conocimiento sobre la misa tradicional que hemos querido resumir en 10 puntos las objeciones más habituales que se oyen entre la gente. Nuestra esperanza es contribuir a la aclaración de ciertos puntos. Pero si los lectores solicitan otras puntualizaciones, estamos a disposición, lo mismo que abiertos a las correcciones de los doctos en el tema.

1) Fue abolida por el Concilio Vaticano II / el papa Paulo VI.

Primero, la liturgia tradicional del rito romano vigente durante 20 siglos no podría haber sido abolida. Tampoco había caído en desuetudo, porque era el rito más común de la Iglesia latina hasta 1969, dado que los otros están muy vinculados con tradiciones particulares de ciertas regiones. Esto lo acaba de confirmar nuevamente el Papa Benedicto XVI en su Motu Proprio Summorum Pontificum. Segundo, la Bula Quo Primum Tempore, de San Pío V que canoniza la codificación del rito, la establece a perpetuidad. Así pues, en el número XII de sus prescripciones dice: “Así pues, que absolutamente a ninguno de los hombres le sea lícito quebrantar ni ir, por temeraria audacia, contra esta página de Nuestro permiso, estatuto, orden, mandato, precepto, concesión, indulto, declaración, voluntad, decreto y prohibición.
“Más si alguien de atreviere a atacar esto, sabrá que ha incurrido en la indignación de Dios omnipotente y de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo.”

2) Fue una reforma del Concilio de Trento y del papa Pío V, equivalente al Vaticano II y al papa Paulo VI

En sentido propio no fue una “reforma”, sino el ordenamiento y la codificación de la tradición litúrgica del rito romano. No se impuso por la fuerza y solo se prohibieron los ritos particulares con menos de 200 años de antigüedad que abundaban bajo el nombre de “galicanos”.
El Vaticano II nunca mandó abolir el rito romano. En la práctica posconciliar se “fabricó un rito nuevo” y la iniciativa, tolerada por el Papa Paulo VI, es verdad, de realizar una prohibición “de facto” nació especialmente del celo antitradicional de Mons. Bugnini. Esta iniciativa tan a contrapelo de la tradición litúrgica motivó muchas objeciones, entre las que destaca el trabajo crítico de los Cardenales Bacci y Ottaviani.
Ya desde un principio el propio Papa Paulo VI vio la necesidad de escuchar el reclamo de los fieles católicos que pedían no se proscribiera de hecho la misa tradicional y también de aclarar muchos errores litúrgicos a los que dicha reforma dio pie.

3) Es una liturgia muy europea, poco apta para misionar o para los pueblos del “tercer mundo”. Es una liturgia restringida a la mentalidad occidental latina.

El rito romano es el más amplio, ecléctico y tradicional de todos los que están en uso en la Santa Iglesia Universal. Ha tomado elementos de todas las tradiciones litúrgicas, por lo cual es la más antigua, la más universal y además, la propia de la Sede universal petrina. Conserva formas de la liturgia griega en esta lengua o en latín, el riquísimo aporte de los salmos del Antiguo Testamento, tanto en el misal como en el oficio divino y el ritual sacramental. Inclusive muchos términos hebreos, como aleluya, amén, sabaoth, hosanna, y otros propios del leccionario.
Por otro lado, merced a la intensa labor misionera en América, Asia y Africa, es la más difundida en todo el mundo, donde ha sido aceptada sin resistencia.

4) El latín es incomprensible. Aleja a los fieles de la celebración.

El latín es la lengua madre del castellano, francés, rumano, portugués, catalán, italiano, y tiene una fuerte influencia en el inglés y el alemán. Es una lengua con la que todos estamos familiarizados, y usamos muchas veces su léxico creyendo utilizar términos en inglés (super, index, lexicon, & (et), curricula, comfort, media, etc.).
Los misales para fieles, además de ser extraordinarios instrumentos de devoción, hacen imposible que una persona medianamente instruida tenga dificultad para entender los textos de la ceremonia, o su sentido, puesto que las rúbricas no solo son claras, sino que son estables, no cambian a gusto del celebrante.
Tanto la homilía como las lecturas de la epístola y el evangelio se realizan ritualmente en latín y luego se traducen a la lengua vernácula para los que no quieran usar misal.
Usualmente se edita una hoja volante con el propio de cada domingo (introito, colecta, gradual, epístola, evangelio, ofertorio, comunión, secreta, poscomunión…) en los lugares donde actualmente se celebra la misa tridentina. Con una carilla el fiel puede tener a la mano lo que cambia domingo a domingo (el propio) En cambio las partes fijas (el ordinario) rápidamente se aprenden de memoria, precisamente porque son “fijas”. Niños de primera comunión saben estas partes rezadas y hasta cantadas por haberlas oído rezar o cantar, casi sin ningún esfuerzo.
Finalmente, si aleja a los fieles, hemos de remitirnos a los hechos. Las comunidades de misa tradicional crecen a un ritmo muy superior a la media de las de misa nueva. No por nada el Papa la apoya con tanta insistencia su restauración.

5) En la misa tridentina no se puede “participar”.

Primero hay que tener en claro de qué forma puede participar un seglar en la liturgia, conforme a las normas litúrgicas tradicionales.
Fuera del acolitado de los laicos varones o la participación en la schola cantorum, (coro) los seglares no intervienen en la ceremonia liturgica. Participan de los diálogos litúrgicos con el sacerdote, las oraciones, las procesiones, el canto, la comunión… No parece poco. Queda claro que el sacerdocio que habilita a celebrar, leer o predicar es el ministerial, y por lo tanto quienes no formen parte del clero -y según el grado de las órdenes recibidas- no “protagonizan” la liturgia.
Los fieles no administran la comunión, no la reciben en la mano (la Madre Teresa de Calcuta decía que el mayor mal de estos tiempos era recibir la comunión en la mano…). Van a misa a adorar, pedir perdón, ofrecer espiritualmente la oblación junto con el sacerdote, a recibir sacramentalmente a Nuestro Señor Jesucristo, pedir gracias, sufragar con sus oraciones las almas del purgatorio, pedir por los vivos, conmemorar al papa y al obispo. En definitiva a adorar a Dios, santificarse y rezar por la santificación de los fieles y de los que no lo son.

6) Se descuida la enseñanza y el adoctrinamiento de los fieles quitándole importancia a la “liturgia de la palabra”.

La misa no tiene por función adoctrinar a los fieles. Solo una parte de ella se dedica a esto, hoy llamada “liturgia de la palabra” siguiendo la terminología de la nueva teología litúrgica. En el rito tradicional se denomina “misa de los catecúmenos”, es decir, de los que están siendo adoctrinados para recibir el bautismo.
No es posible olvidar la propedéutica litúrgica: primero el sacerdote reza oraciones al pie del altar. Principalmente salmos penitenciales, disponiendo el ánimo a la contrición del alma para poder celebrar los sagrados misterios. Recién cuando se ha hecho este acto penitencial sube el celebrante al altar. La misma disposición deben guardar los fieles. Luego del último acto de contrición (rezo o canto en griego del Kyrie (Kyrie eleison, Christe eleison, Kyrie eleison), tres veces cada frase alternando con los fieles, comienza la parte dirigida principalmente a la instrucción en la doctrina, o parte docente propiamente dicha. Lecturas y homilía. Luego se reza la confesión de Fe, Credo, y da comienzo el ofertorio, o misa propiamente dicha. Esta parte se dirige a nuestra fe, convocándonos a la adoración del misterio.
La Iglesia nos invita a disponernos con humildad a la celebración, luego nos instruye, nos invita a confesar la fe y finalmente a contemplar y adorar el misterio de la eucaristía. Muchísimos gestos y oraciones tienen por función implorar a Dios sea propicio y aceptable, por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo y de sus santos, este ofrecimiento.
De modo que no se descuida la doctrina, sino que se gradúa según la importancia que tiene en el acto sacrificial. Otras actividades extralitúrgicas se dedican especialmente a la doctrina. Sin embargo, no perdamos de vista el carácter intrínsecamente didáctico de la liturgia que resume el antiguo apotegma: la ley de la oración es la ley de la fe. Eso que rezamos nos instruye en la Fe porque es lo que creemos.

7) El sacerdote desprecia a la asamblea, da la espalda a los fieles, realiza toda la ceremonia en el presbiterio.

El sacerdote se “orienta”, es decir, mira al oriente, hacia el monte calvario. Normalmente la misa debe celebrarse sobre un altar (no una mesa) “orientado”. Este debe ser preferiblemente de piedra y en caso que no pueda hacerse al menos tener el ara o piedra de altar, lugar sobre la cual se realiza la consagración. Esta piedra está tiene dentro reliquias de santos mártires. Los altares son consagrados, porque simbolizan el cuerpo de Cristo. Por eso se los besa, se los incienza y se lo adorna y reverencia. Cuando el Santísmo está en el sagrario, se hace una genuflexión al pasar frente a él. Pero aún cuando no lo está, se hace una reverencia profunda ante el altar, porque es un lugar sagrado.
En medio del altar está el Sagrario, lugar de reserva de la Sagrada Eucaristía para su adoración y administración a los fieles. Es el sancta sanctorum, que viene de la tradición hebrea, el lugar donde solo tiene acceso el sacerdote. En la liturgia oriental esta reserva es mucho mayor, llegando a cerrar el altar detrás de puertas (iconostasio) que solo se abren durante la consagración.
Por el costado derecho del altar (lado del evangelio) una lámpara votiva que se alimenta de aceite arde en honor a Cristo y señala su presencia. Cuando el sagrario está cerrado y las sagradas formas no están expuestas, debe realizarse una genuflexión simple al pasar frente a él. Cuando está expuesto, ambas rodillas se doblan y se hace una reverencia profunda. Por eso también se persigna el católico al pasar frente a una iglesia, para dar señal de reverencia a Cristo sacramentado.
El altar está como mínimo a tres gradas sobre el nivel de los fieles, simbolizando el Gólgota y a la vez la jerarquía del cuerpo místico cuya Cabeza es Cristo mismo. Al altar sigue el presbiterio, es decir, el lugar de los clérigos o de los consagrados al servicio del altar. Durante la liturgia, salvo el acolitado de los varones laicos, ningún otro seglar tiene función alguna.
De modo que los fieles no son los protagonistas puesto que no se trata de una conferencia, o reunión social, sino de un rito de adoración celebrado por el sacerdote, que es otro Cristo, pontífice entre Dios y los hombres. Pero en la “misa de los catecúmenos” o cuando el rito impone saludar, bendecir, absolver, o dirigirse a los asistentes por medio de una homilía, etc. el sacerdote mira al pueblo fiel. La liturgia es una escuela de cortesía, jamás se dirige el sacerdote a los fieles sin mirarlos.

8. Las mujeres se ven forzadas a usar un velo en señal de sumisión.

El uso del velo en el templo es mandato apostólico de San Pablo a la mujer. El apóstol de las gentes, que ha atestiguado muchas tradiciones litúrgicas, dice en su epístola primera a los Corintios, “Quiero que sepáis que Cristo es la cabeza del varón como el varón es la cabeza de la mujer y Dios lo es de Cristo. … Por lo tanto, debe la mujer traer sobre la cabeza la divisa de la sujeción a la potestad, por respeto a los santos ángeles”. (I Cor, 11, 4 y 10). Esta divisa es un velo, que en la tradición hispana ha dado lugar a la creación de magníficas mantillas, muy apreciadas por su belleza y arte. De hecho la tradición se mantiene en los trajes de bodas de las novias.

9) Solo se puede comulgar de rodillas y en la boca, no de pie ni en la mano.

Recordemos que en el Santísimo Sacramento está realmente presente el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. Hay presencia real.
El modo de recibir la comunión es variable según los ritos. El romano tradicional lo ha establecido de rodillas, bajo la especie del pan (ácimo) en forma de delgada lámina para minimizar el riesgo de que las partículas caigan ya fin de que se facilite la manducación.
Por ese mismo motivo el sacerdote que ha consagrado mantiene los dedos índice y pulgar de la mano derecha juntos hasta la purificación posterior a la comunión de los fieles: para evitar que partículas de la forma consagrada caigan. Y por eso se coloca una patena o bandeja bajo el mentón del fiel al comulgar, a fin de recoger las partículas, en cada una de las cuales está entero el sacramento.
La comunión en la mano fue impuesta por la fuerza y luego indultada para Holanda, donde se comenzó la práctica ilegal, por Paulo VI. Finalmente, de un modo irregular se impuso en muchos lugares donde no era ni requerida ni practicada. Hoy, curiosamente, en numerosas iglesias “prohiben” comulgar de rodillas y en la boca, cuando ésto es lo que manda y recomienda la Iglesia.

10) No se concelebra, desdeñando un signo de unidad y caridad entre el clero y los gestos de amor fraterno. Celebran misas privadas sin fieles

En el rito tradicional no se concelebra salvo en las ordenaciones presbiteriales o en las consagraciones episcopales. Cuando dos o más sacerdotes concelebran, solo se celebra una misa. La concelebración reduce el número de misas, las que, sean ya privadas o públicas, siempre tienen un valor infinito. ¿Hay mayor caridad que ofrecer el Santo Sacrificio? ¿Para que pide el Señor obreros en su mies, sino principalmente para ofrecer el Santo Sacrificio?
El acólito representa al pueblo fiel. En la misa privada, el diálogo ocurre entre el sacerdote y el pueblo, significado por el acólico. Los fieles siempre están presentes de un modo espiritual.
Hay infinidad de signos rituales de caridad que se observan dentro de la sobriedad del rito. Por ejemplo, el saludo de paz, que viene de la tradición hebrea, se significa con una reverencia en que se juntan la cabezas de los clérigos mientras acercan sus manos a los hombros del saludado. El que comienza la ceremonia es el celebrante (no mero presidente) quien recibe la paz de Cristo mismo, a quien representa y en cuyo nombre la hace descender jerárquicamente a su diácono, subdiácono y clero y fieles.
Por el contrario, los usos del rito moderno nos privan de muchas gracias: las bendiciones que los sacerdotes reiteradamente dirigen al pueblo durante la ceremonia. El “asperges” de las misas solemnes, donde el celebrante asperja con agua bendita a los fieles y al clero. La doble absolución (no sacramental) del sacerdote a los fieles después del sendos actos de contrición. La solemne bendición final. Las oraciones indulgenciadas que siguen a la misa cuando estas son rezadas.

sábado, 15 de mayo de 2010

¡¡SALVE, ESCLAVOS!!



¡Salve, esclavos!

¿Por qué permanecemos dóciles?


Todos hemos observado el proceso inexorable de la deserción en amigos y camaradas. Tras unos comienzos fulgurantes en la juventud (generalmente sin norte), en los que todo es posible, con el paso de los años se van...nos van domesticando. Haciéndonos herbívoros, animales para el matadero. La presión del condicionamiento es muy fuerte. Por la falta de formación adecuada o por la carencia del temple necesario, lo que antes era ilusión y fe se truecan en desesperanza y resignación. No hay maestros.

De manera semejante ocurre con la religión. Los que aún no han sufrido la extirpación de la fe, del sentido moral fundamentado en algo externo a nuestra conciencia, Dios, tienen en la Sagrada Biblia y en la verdadera historia de la Iglesia, la piedra maestra sobre la que edificar su despertar. Y sin embargo no leemos la Palabra de Dios, y muchas veces la leemos sin atención.


¿Por qué ocurre esto? ¿Y cómo evitarlo?

A pesar de lo que vamos conociendo materiales censurados, marginados, prohibidos (libros, cientos de artículos y noticias, etc.), en gran medida gracias a Internet, llega un momento en que la mera acumulación de datos no produce efectos positivos. Se hunden en un pozo.

Si partimos de la base que se ha alcanzado una formación adecuada en materia religiosa o política, sólo nos queda la explicación de la elección personal. La vida cómoda, el facilismo moral, la falta de carácter...

En ciertos ambientes orientales, se habla mucho del ser que cree que está despierto cuando en realidad duerme. Nosotros somos durmientes, hechizados por medios tecnológicos y por medios sobrenaturales. Por eso sorprende tanto el estado de postración de las masas y aún de las minorías.

Cuando realmente creemos en algo, eso no deja ya nunca de estar presente en nuestras vidas.

Vamos a poner un símil. Cuando un joven cae en la adicción a las drogas o resulta captado por una secta destructiva, termina siendo un esclavo de una sustancia o de un lavado de cerebro.

Estamos programados y necesitamos iniciar una desprogramación.

Eso nos ocurre hoy: programados por una secta de poder mundial, que lo controla todo (televisión, escuelas, cine, música, editoriales, etc.) Para salir de esa esclavitud, primero hay que quererlo intensamente. Se trata de un acto de voluntad, "La espina dorsal del hombre". Luego hay que romper con el entorno opresivo y los lazos más fuertes, iniciando una desintoxicación o una desprogramación gradual ( recordemos que el condicionamiento ha durado años). . Sustituir lo malo por lo bueno, lo que mata el espíritu de lucha por lo que lo estimula.

1º Debemos hacernos una idea de qué nos sucede. Lecturas apropiadas, reflexión, etc.

2º Hay que ir rompiendo lazos con el Sistema de lavado de cerebro poco a poco. La televisión es el pilar de su poder. Hay programas más nocivos que otros (documentales, deportes, algunas películas, realizan un menor condicionamiento). La música infernal debe ser sustituida por sonidos normales (clásica, folk, celta, gregoriana, militar, country, etc). Deporte, etc.

3º Y realizar trabajos productivos para nuestra Causa. Un apostolado según nuestros talentos y según nuestros carismas. Sed astutos como serpientes... Todos los días se irá aprendiendo.

A medida que vayamos siendo conscientes de la situación, podremos recobrar el sentido de la libertad que nos han arrebatado.

La dimensión religiosa de la coacción que sufrimos es más difícil de percibir que la propagandística. Aún siendo hoy persona religiosa, es muy probable que lo seamos al servicio del Rey del Mundo, inconscientemente.

Nos encadenan la adoración al Oro y la idolatría del Sexo. El alcohol...la gula...son lastres que nos atan a las galeras. Algunos parecen querer ahogar al enemigo en alcohol...pero en sí mismos. Todas las grandes multinacionales de bebidas alcohólicas están en manos de los hijos del Demonio. Observen lo que han hecho con Rusia, ahogada en vodka...

En un mundo en ruinas no estoy apelando exclusivamente aquí por la santidad del monje-guerrero. No hay tiempo para una tal transformación de los pueblos y de las personas. Quién sienta la vocación en su totalidad podrá ayudar a los demás. Pero sí que podemos todos regenerar nuestros espíritus y dejar la esclavitud de los enemigos de todos los hombres. Prepararnos como atletas (San Pablo) para la lucha, llegar al momento decisivo en las mejores condiciones.

Al final, fe y voluntad.

Existe un libro excelente para reflexionar sobre estas cuestiones. La emboscadura de Ernst Jünger. En Internet se puede encontrar con facilidad con el buscador que recomendamos en la sección de enlaces. A continuación copiamos varias citas significativas:

“Mientras se hallan en proceso de ascenso, la dictaduras viven en gran parte del hecho de que aún no haya sido posible descifrar sus jeroglíficos. Hasta más tarde no encuentran su Champollion, el cual, ciertamente, no restituye la antigua libertad. Pero sí enseña a dar una respuesta correcta”.

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“La materia se ha compactado en muros que parecen impedir toda perspectiva; sin embargo, la abundancia se halla muy cerca, pues está viva en el ser humano como el talento de que habla la parábola, como su herencia sobretemporal. Del hombre depende que tome el cayado únicamente para apoyarse en él durante el viaje por la vida o que lo empuñe como cetro”.

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“¿Qué armas debemos poner en manos de quienes aspiran enérgicamente a salir de esos yermos que son los sistemas racionalistas y materialistas, pero continúan sujetos a la coacción de su dialéctica? El sufrimiento de esos hombres los hace vislumbrar un estado superior. Hay métodos para fortalecerlos en esa dirección y resulta irrelevante que al principio sean ejercitados de manera mecánica. Se asemejan a los ejercicios destinados a devolver la vida a los ahogados, que también son ejecutados mecánicamente al principio. La respiración y los latidos del corazón llegan después.

Se insinúa aquí la posibilidad de una nueva Orden. De igual manera que la Contrarreforma católica fue en su esencia la réplica de la Reforma protestante y fue fortalecida por ésta, así también cabe pensar en un movimiento espiritual que busque como campo de batalla el nihilismo y saque de él su configuración, como imagen reflejada en el espejo del ser. Así como los misioneros hablan con los indígenas en el idioma de éstos, también resulta recomendable adoptar idéntica conducta en el trato con quienes han sido educados en la jerga de las ciencias. En verdad aquí se deja notar que las Iglesias no han caminado a la par que las ciencias. De otro lado, algunas de las ciencias particulares están penetrando en zonas donde resulta posible mantener un diálogo sobre cuestiones medulares.

Sería de desear un libro que llevase este título: Pequeño catecismo para ateos. Si un poder espiritual vigoroso adelantase, a modo de bastión avanzado, una obra como ésa, tendría efectos contra numerosos espíritus gnósticos cuyos esfuerzos van en esa misma dirección. Muchas diferencias se basan simplemente en la terminología. Un ateo fuerte causa siempre un efecto más grato que el hombre común con su indiferentismo; y lo causa porque el ateo fuerte piensa sobre el mundo como totalidad. Además, no raras veces se hallará en él una actitud que concede espacio a las cosas elevadas; por este motivo son también los ateos del siglo XVIII unos genuinos «espíritus fuertes» y resultan más agradables que los ateos del siglo XIX.”

En el camino nos pueden ayudar muchas cosas: Dios escribe recto con renglones torcidos. Filosofía, mitologías, artes marciales, deporte, política, ...pero no confundir el medio con el fin. No terminar siendo un culturista que cree que Zeus o Marte existen...

¡DESPERTAD, HERMANOS EN CRISTO, ASPIRAD AL MENOS A LA CONVICCIÓN Y PERSEVERANCIA DE NUESTROS ENEMIGOS!

Identidad Católica

sábado, 8 de mayo de 2010

¿LIBERTAD DE EXPRE-SION?



Libertad de expresion al Obispo Williamson


Agrego este articulo tomado de otro foro. Espero sea el espacio correcto "Conflictos mundiales 2009", considerando las secuales que trajo la incursion israeli en Gaza y sus repercusiones a nivel mundial y el supuesto indiscutible de los 6.000.000 - Obispo Williamson.

cordiales saludos

Libertad de expresión para el Obispo Williamson
2-5-9

Pope Benedict XVI
Vatican City
benedictxvi@vatican.va


Vuestra Santidad


¿No es cierto que, según la doctrina de Libertad Religiosa bajo el Segundo Concilio Vaticano, el obispo Richard N. Williamson tiene el derecho de expresar su conciencia y su opinión sobre el asunto de las cámaras de gas de ejecución en Auschwitz? ¿Por qué se suspende la doctrina de la libertad del Concilio en su caso?


Su Secretario de Estado ha convertido la creencia en el "Shoah" el criterio para poder mantener un oficio en la Iglesia. ¿Es que el misticismo del "Shoah" rabínico es ahora un dogma de fe de la Iglesia Católica?


Si es así, cuál es la base bíblica, patrística y teológica para que sea derrocada la advertencia de S. Pablo Apostol en Titus 1:14?


¿Es que los Católicos ya no tienen el derecho de dudar o cuestionar aspectos de la historia seglar? ¿Es que el Magisterio de la Iglesia decreta ahora la veracidad indudable de la cifra de Seis Millones de personas judaicas fallecidas, y la existencia indudable de una operación de matanza en masa en Auschwitz-Bierkenau, efectuadas por cámaras de gas letal?


¿Está Vd consciente hasta qué punto ha sido relegada la Crucifixión de Cristo y reemplazada por Auschwitz como evento central ontológico en la historia del oeste? ¿Quiére Vd ser cómplice en los efectos desastrozos que siguen acreciendose por esta derrogación de Jesús y la deificación del hombre?



Creo firmemente en el derecho de la palabra para el Obispo Williamson. Estoy profundamente preocupado por sus intentos de suprimir los derechos del obispo en este asunto. Pareceser que, bajo su pontificado, echar dudas sobre una suposición de la historia seglar se convierte en una heresía de facto. No encuentro ningún motivo para esa inovación en las Escrituras ni en la tradición católica.


Al mismo tiempo, le pido que por compasión utilice su influencia para pedir la excarcelación inmediata del farmaceútico, Germar Rudolf, el cual está en la carcel desde hace ya más de un año en Alemania, por haber escrito libros eruditos (http://www.vho.org/dl/ENG/loth.pdf) sobre los aspector técnicos y científicos sobre las alegadas cámaras homicidas de gas. Sus sufrimientos y los de su jóven familia no pueden ser ignorados o apartados. Merece misericordia. No cometió ningún crimen. Su incarcelación continua en Alemania es un escándalo y una vergüenza por las cuales la Canciller alemana Angela Merkel corre con grave responsabilidad.


Atentamente.


Michael Hoffman


Idaho, USA
hoffman@revisionisthistory.org