-LIBERTAD DE EXPRESION-

"Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideraciones de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección y gusto."

"No he venido a traer paz, sino espada" San Mateo. X,34


lunes, 25 de junio de 2012

MISA EN LAS CATACUMBAS


Cuando era seminarista en Granada, con sólo 19 años, me escapaba para asistir a las Misas del Padre Cardozo; en un humilde garaje, asistí lleno de emoción a mi primera Misa Tradicional. Hoy, transcurrida más de una década, veo con dolor y alegría cómo la Tradición sigue proscrita. Sí, con dolor, porque se me cae el alma al ver cuántas necesidades materiales pasan los buenos sacerdotes, aquellos por los que ofrecí mi salud... pero digo también que con alegría, porque ya lo dijo el Papa Sarto, que la Iglesia tenía como quinta nota el ser "perseguida" y he aquí la prueba. San Juan Mª. Vianney, el Santo Cura de Ars, recibió su Primera Comunión en una Misa clandestina, de manos de un sacerdote que no había querido jurar la Constitución masónica de Francia; dos siglos más tarde, la Fe Católica, aquella que no quiere saber nada de la Roma sumergida y enquistada en el Modernismo, sigue subsistiendo gracias a la valentía y el arrojo de un puñado de fieles y unos cuantos sacerdotes, que prefieren pasar hambre antes que claudicar. Seamos generosos y apoyemos económicamente a nuestros sacerdotes. Dios nos premiará con el céntuplo en esta vida y con la dicha perpetua en el Paraíso.

lunes, 11 de junio de 2012

el clan rato


"REPRODUCIMOS EL DOCUMENTO, AUNQUE ESTA EDITORIAL NO COMPARTE LOS TÉRMINOS NI LAS FORMAS DEL MISMO, PERO CONSIDERAMOS INTERESANTE LA INFORMACIÓN VERTIDA" El Clan Rato: De Rato y de ladrón, se viene de familia Foto: Ramón Rato Rodríguez San Pedro, Ramón Rato Figaredo y Rodrigo Rato: Uno de tantos viejos clanes de fascistas y estafadores del PP. El Padre del Clan, Ramón de Rato Rodríguez-San Pedro nace en Gijón hacia 1907, heredero de una importante fortuna, procedente en parte de su abuelo Faustino Rodríguez-San Pedro- alcalde de Madrid en 1890 y ministro de Fomento de Antonio Maura en 1903- y en parte de su matrimonio con una hija de los Figaredo de Gijón. Ramón fue condenado el 02/17/1967 por el Juzgado Especial de Delitos Monetarios, a tres años de prisión y dos multas de un total de 176 millones de pesetas por evadir dinero español en Suiza y dejar dos bancos en quiebra. Costumbres que vienen de lejos y que han hecho a Rodrigo Rato un especialista en el maquillaje contable, la especulación, el fraude y el robo. Recientemente, el Supremo confirmó la sentencia por la que se reconoce como hija legítima de Alfredo Figaredo, tío abuelo del ministro, una enfermera jubilada, hija de una criada a quien, después de dar a luz del dueño, ingresaron en un convento y le robaron la hija. A su lado fueron igualmente condenados Ramón Rato Figaredo -hermanísimo- a dos años de prisión y 44 millones de pesetas; Faustino Rato Rodríguez San Pedro -tío de Rodrigo por parte paterna-a una multa de cinco millones por cómplice Estudió Derecho en El Escorial, se licenció en leyes, ejerció durante algunos años de juez e ingresó muy joven en la Academia de Jurisprudencia, tras ampliar estudios en Munich y recorrer Europa en los años 30 y volver impresionado por nazismo. En dos libros defender de manera entusiasta la Alemania Nazi. Durante el golpe fascista se integró con fervor y devoción en el equipo de propaganda de Franco. Fundó el club fascista Círculo Cultural Ramiro Ledesma Ramos y fue miembro de la ultra nazicatòlica Orden Hospitalaria de Jerusalén. Participó en la fundación de la Radio Nacional franquista y ayudó a Manuel Aznar, el abuelo del genocida de Irak, a reactivar la cadena Ser Terminada la guerra, dejó la política para dedicarse de lleno a las empresas familiares y amasar una fortuna a base de corrupción. Uno de los panfletos nazis de Ramón Rato. En 1941 Ramón Rato adquirió, gracias a la magnanimidad del todopoderoso dictador, Radio Toledo. Fue la primera emisora ​​de lo que en pocos años se convertiría en la Cadena Rato, uno de los más importantes grupos privados de la radio española de todos los tiempos. Pero Ramón se pasó mucho -de lo habitualmente aceptado aún entre la élite corrupta franquista- y fue condenado en 17/02/1967 por el Juzgado Especial de Delitos Monetarios, expediente 17, a tres años de prisión y dos multas de un total de 176 millones de pesetas para evadir dinero español en Suiza y quebrar dos bancos. La familia Rato expolió dos bancos en los años sesenta Ahora que Rodrigo Rato preside Bankia, cabe preguntarse si su objetivo es limpiar el mal nombre que dejó la actuación de sus familiares más directos tras causar la quiebra de dos bancos en el año 1966 o aplicar las técnicas financieras para hacerlo impunemente con sus socios de gobierno, como ya hizo en Caja Madrid. A más de uno le puede entrar el pánico al recordar las aventuras del padre y el hermano del presidente del nuevo conglomerado bancario, Ramón Rato y Rodríguez San Pedro y Ramón Rato Figaredo. Los dos acabaron en la cárcel el 2 de noviembre de 1966, cuando un auto del juez Antonio Sánchez del Corral y del Río ordenó la detención de los dos familiares "por haberse comprobado la existencia de hechos susceptibles de ser calificados como delito monetario ". Ramón Rato padre recibió la notificación de su arresto domiciliario el 3 de noviembre de ese año 1966, por la mañana. La policía le exigió que entregara el pasaporte español que había obtenido en el Consulado de París. Después, el padre de Rodrigo Rato ingresó en la madrileña cárcel de Carabanchel. El drama de los Rato se redobló el 28 de noviembre siguiente, cuando el Consejo de Ministros se encontró sobre la mesa la inminente suspensión de pagos de tres bancos españoles. Los tres bancos afectados eran el Banco de Siero, el Murciano y el de Medina. Los dos primeros pertenecían a la misma persona: Ramón Rato y Rodríguez-San Pedro, que desde la cárcel de Carabanchel conoció la Propuesta de la Subsecretaría del Tesoro y Gastos Públicos que el Consejo de Ministros aprobó ese mismo día: Como consecuencia de todo ello, el 01 de septiembre 1967 funcionarios de la Dirección General de Prisiones entregaron a Ramón Rato a la Guardia Civil, en las dependencias de la cárcel de Carabanchel, para su traslado a la prisión provincial de Almería con el fin de que cumpliera allí su condena por "contrabando monetario". A su lado fueron igualmente condenados Ramón Rato Figaredo-hermanísimo-a dos años de prisión y 44 millones de pesetas; Faustino Rato Rodríguez San Pedro-tío de Rodrigo por parte paterna-a una multa de cinco millones por cómplice; Ignacio Gutiérrez Ovejero, a una multa de 400.000 pesetas; Francisco Bengoechea Llorente, a una multa de 200.000 pesetas, y Emilio Señorena García, a una multa de 300.000 pesetas. En cualquier caso, la sentencia firme del juzgado Especial de Delitos Monetarios establecía que Ramón Rato creó una «organización clandestina» en Madrid con la finalidad de evadir dinero y divisas en Suiza bajo la cobertura del Banco de Siero, propiedad del patriarca de los Rato . Para ello, fundó una sucursal de su banco en Ginebra bajo el nombre de Banque Siero. La policía descubrió que a través del Banco Siero «se extrajeron un total de 70 millones de pesetas de España que fueron depositadas en diferentes bancos suizos» (Diario 16, 17.3.1997). Pasan los años y la cárcel, los chicos están ya criados y Ramón vende su imperio radiofónico: total 66 emisoras que son compradas por la ONCE-algo inaudito en una asociación de ayuda a los ciegos-en 1990, por unos 5.000 millones de pesetas de entonces. Su chalet al final de la playa de San Lorenzo, en Gijón, fue su mejor refugio. Hoy está en fase de reciclaje. El negocio es el negocio. Y los casinos están al acecho. El padrino del clan murió el 27 de septiembre de 1998 en Madrid EL CLAN RATO-Figaredo-SALAZAR SIMPSON MARÍA ÁNGELES Rato Figaredo Hermana. Participa del entramado empresarial de la familia en sociedades como Antigüedades Salamanca, Hispánica Arte, Oriente Express importaciones y Azca Arte, dedicadas a la importación y exportación de objetos de arte. MARÍA ÁNGELES Alarcó CANOSA Esposa. Es administradora de la sociedad Orient Express Importaciones.Además ocupa puestos de responsabilidad en empresas como Aguas de Fuensanta, Grupo Alimentario Exclusivas, Explotaciones Carabaña y Rodanman Gestión 3. RAMÓN Rato Figaredo Hermanísimo del primogénito. Dirige el más de medio centenar de empresas de los Rato Figaredo. FELICIDAD SALAZAR-SIMPSON BOS (ichu) Cuñada. Casada con el hermano de Rodrigo, Ramón. Participa en el negocio de la familia en diferentes sociedades inmobiliarias. Presidenta de la pintoresca Fundación Padre Arrupe LUIS ALBERTO SALAZAR-SIMPSON BOS Hermano de Felicidad Salazar-Simpson Bos. El presidente de Auna (Amena, Retevisión, Eresmas y Auna Cable), participa como socio en varias empresas de la familia, como Simpson, Euro Inversiones Agrarias y Constructora e Inmobiliaria Urbanizadora Vasco-Aragonesa. JOSÉ FRANCISCO DE LA ROSA ALEMÁN Cuñado de Rodrigo Rato. Casado con su hermana M ª Ángeles. Primo del empresario sentenciado por corrupción Javier de la Rosa. Preside cinco empresas familiares y es vicepresidente y consejero delegado en otras tantas. También actúa como administrador único en otras ocho empresas de los Rato Figaredo. ANTONIO DE LA ROSA ALEMÁN Hermano de José Francisco y por lo tanto, concunyat del susodicho Rodrigo. Por pura casualidad y sin que ni el propio interesado se lo puede imaginar, ha sido reelegido como consejero del Tribunal de Cuentas. Frenó la investigación al optimizador fiscal y ministro Piqué por la condonación del crédito concedido a Ercros. Este fue aprobado por la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, el responsable era Rodrigo Rato. PATRICIA RATO Sobrina. Patricia es hija de Ramón y Felicidad y quizás uno de los miembros de la saga más conocida debido a su matrimonio con el torero Juan Antonio Ruiz, Espartaco. ROSARIO BLANCO (Figaredo): La criada violada, hecha monja y que le robaron la hija Recientemente, el Supremo confirmó la sentencia por la que se reconoce a ésta como hija legítima de Alfredo Figaredo, tío abuelo del ministro. Enfermera jubilada, es hija de una criada a quien después de dar a luz, ingresaron en un convento y le robaron la hija. Se dice Rosario Blanco, es hoy una enfermera jubilada que vive en Alicante y ya es de pleno derecho la nueva familiar (tía abuela) de Rodrigo Rato, después de que el Tribunal Supremo rechazara el recurso de casación presentado por los abogados de la familia del cacique Figaredo . El Supremo ha ratificado por tanto la decisión de la Audiencia de Oviedo de declarar a Rosario hija de Alfredo Figaredo Herrero, patriarca de la familia y hermano de la madre del actual vicepresidente del Gobierno. Según la sentencia, la madre de Rosario Presentación Blanco, una joven humilde de la cuenca minera asturiana llegó a Oviedo en los años treinta para ganarse la vida sirviendo en alguna casa. Después de quedar embarazada, fue ingresada monja y dio a luz a su hija Rosario, de la que fue separada a la fuerza. El procedimiento ha sido largo y ha implicado la exhumación del cadáver de Alfredo Figaredo, enterrado en el cementerio de Oviedo desde 1954. Las pruebas de ADN practicadas por los expertos del Instituto Nacional de Toxicología-en dos ocasiones-revelaron la casi absoluta seguridad de que Alfredo Figaredo era el padre de Rosario, debido a la similitud entre la secuencia genética del fallecido y la de Rosario , pese a las alegaciones de los abogados que insinuaban los antecedentes de "esterilidad e impotencia". El mismo Rodrigo Rato tuvo que acudir a los juzgados de Plaza de Castilla, donde negó conocer a Rosario Blanco ni que a su familia se hablara de tan clandestina historia. La joven Rosario Blanco creció en Asturias en varias casas de familias adineradas del PP, incluso llegaron a llamarla Pepita Castro, con el apellido del matrimonio que la acogió y finalmente pudo conocer a su madre, monja de clausura hasta que murió. Rosario Blanco (o Figaredo ya) es hoy una mujer jubilada, casada y con un hijo, Vicente, que acaba de recuperar su apellido. La sentencia del Supremo abre las puertas también para que pueda reclamar su parte del patrimonio familiar de los Figaredo, ya que su padre murió sin hijos conocidos y la esposa murió en 1988. http://www.losgenoveses.net/Personajes% 20Populares/Rato/elpadredelclan.html http://www.ramontijeras.com/actualidad/la-familia-quebro-dos-bancos-en-los-anos-sesenta/

sábado, 9 de junio de 2012

ENTREVISTA AL SUPERIOR DE LA FSSPX

Versión oficial de DICI MONS. BERNARD FELLAY DICI: ¿Está usted preocupado por el retraso en la respuesta de Roma, que podría permitir a aquellos que están en contra de un reconocimiento canónico, alejar a los sacerdotes y fieles de la Fraternidad San Pío X? Monseñor: Todo está en las manos de Dios. Confío en Dios y en su Divina Providencia, que sabe cómo manejar todo, incluso los retrasos, por el bien de los que le aman. DICI: ¿La decisión del Papa fue postergada como algunas revistas lo han dicho? ¿La Santa Sede le hizo saber algo sobre un retraso a esperar? Monseñor: No, yo no tenía conocimiento de ningún calendario. Incluso hay algunos que dicen que el Papa abordará esta cuestión en Castelgandolfo, en julio. ¿Una solución canónica antes de una solución doctrinal? DICI: La mayoría de los que se oponen a la aceptación por parte de la Fraternidad de un eventual reconocimiento canónico, hacen resaltar que los debates doctrinales solo habrían podido conducir a esta aceptación [canónica] si hubieran desembocado en una solución doctrinal, es decir, en una “conversión” de Roma. ¿Su posición sobre este punto ha cambiado? Monseñor: Debemos reconocer que estas reuniones fueron una oportunidad para exponer los diversos problemas que enfrentamos a propósito del Concilio Vaticano II. Lo que ha cambiado es que Roma ya no hace de una plena aceptación del Concilio Vaticano II una condición para la solución canónica. Hoy en día, en Roma, algunos consideran que una comprensión diferente del Concilio no es determinante para el futuro de la Iglesia, porque la Iglesia no es solo el Concilio. De hecho, la Iglesia no se limita solo al Concilio, ella es mucho más grande. Por lo tanto, hay que dedicarse a resolver problemas mayores. Esta toma de conciencia puede ayudarnos a entender lo que realmente está sucediendo: estamos llamados a ayudar a llevar a los demás el tesoro de la Tradición que hemos podido conservar. Así pues, es la actitud de la Iglesia oficial la que ha cambiado, nosotros no. No somos nosotros los que hemos pedido un acuerdo, es el Papa el que quiere reconocernos. Podemos pues preguntarnos el porqué de este cambio. ¡Todavía no estamos de acuerdo doctrinalmente, y sin embargo el Papa quiere reconocernos! ¿Por qué? La respuesta es ésta: hay problemas tremendamente importantes en la Iglesia de hoy. Debemos hacer frente a estos problemas. Debemos dejar de lado los problemas secundarios y hacer frente a problemas mayores. Esta es la respuesta de tal o cual prelado romano, pero no lo dirán jamás abiertamente; hay que leer entre líneas para entender. Las autoridades oficiales no quieren reconocer los errores del Concilio. Ellas no lo dirán nunca de manera explícita. Sin embargo, si leemos entre líneas, se puede ver que quieren remediar a algunos de estos errores. He aquí un ejemplo interesante sobre el sacerdocio. Ustedes saben que desde el Concilio ha habido una nueva concepción del sacerdocio que ha demolido la imagen del sacerdote. Hoy vemos claramente que las autoridades romanas tratan de restaurar la verdadera concepción del sacerdote. Ya lo habíamos observado claramente durante el Año Sacerdotal, que tuvo lugar en 2010-2011. Ahora la fiesta del Sagrado Corazón es el día dedicado a la santificación de los sacerdotes. En esta ocasión, una carta fue publicada y un examen de conciencia fue compuesto para los sacerdotes. Uno podría pensar que fueron a buscar este examen de conciencia a Ecône, puesto que está claramente en consonancia con la espiritualidad pre-conciliar. Esta revisión ofrece la imagen tradicional del sacerdote, e incluso su papel en la Iglesia. Es este el papel que Monseñor Lefebvre afirma cuando describe la misión de la Fraternidad: restaurar la Iglesia a través de la restauración del sacerdote. La carta dice: “La Iglesia y el mundo no pueden ser santificados sino por la santidad del sacerdote.” Realmente se pone al sacerdote en el centro. El examen de conciencia comienza con esta pregunta: “¿Es la principal preocupación del sacerdote la santificación?” Segunda pregunta: “¿El Santo Sacrificio de la Misa – que es la palabra que usan, no la Eucaristía, o la Synaxis o no sé qué otra cosa – es el centro de la vida del sacerdote?” Entonces se recuerdan las finalidades de la Misa: la alabanza a Dios, la oración, la reparación por los pecados … lo dicen todo. El sacerdote debe inmolarse – la palabra “inmolarse” no se usa, sino “darse”, sacrificarse para salvar a las almas. Todo está dicho. Luego viene la evocación de las postrimerías: “¿Piensa el sacerdote a menudo en sus postrimerías? ¿Piensa en pedir la gracia de la perseverancia final? ¿Se lo recuerda a sus fieles? ¿Visita a los moribundos para darles la extremaunción?” Usted ve cómo, de manera hábil, este documento romano recuerda claramente la idea tradicional del sacerdote. Por supuesto, esto no elimina todos los problemas, y todavía hay graves dificultades en la Iglesia: el ecumenismo, Asís, la libertad religiosa… pero el contexto está cambiando; y no sólo el contexto sino la situación misma… Yo distinguiría entre las relaciones exteriores y la situación interna. Las relaciones con el mundo exterior no han cambiado todavía, pero lo que sucede en la Iglesia, las autoridades romanas están tratando de cambiarlo poco a poco. Obviamente, todavía sigue existiendo un desastre mayor, debemos ser conscientes, y no decimos lo contrario, pero también hay que ver lo que se está haciendo. Este examen de conciencia para los sacerdotes es un ejemplo significativo. ¿Qué actitud frente a las cuestiones doctrinales? DICI: Usted reconoce que dificultades serias persisten con el ecumenismo, la libertad religiosa… Si se diera un reconocimiento canónico ¿cuál sería su actitud frente a estos problemas? ¿No se sentiría obligado a mantener una cierta reserva? Monseñor: Permítame responder a su pregunta con tres preguntas: ¿Las novedades que se introdujeron durante el Concilio fueron el comienzo de un mayor desarrollo de la Iglesia, de vocaciones y de la práctica religiosa? ¿No constatamos más bien por el contrario una forma de “apostasía silenciosa” en todos los países cristianos? ¿Podemos callarnos frente a estos problemas? Si queremos hacer fructificar el tesoro de la Tradición para el bien de las almas, debemos hablar y actuar. Necesitamos esta doble libertad de expresión y de acción. Pero yo desconfiaría de una denuncia puramente verbal de los errores doctrinales; denuncia más bien polémica dado que es sólo verbal. Con el realismo que le caracterizaba, Monseñor Lefebvre reconocía que las autoridades romanas y diocesanas serían más sensibles a las cifras y a los hechos presentados por la Fraternidad San Pío X, que a los argumentos teológicos. Es por eso que yo no dudo en afirmar que si un reconocimiento canónico sucediese, las dificultades doctrinales serían siempre resaltadas por nosotros, pero con la ayuda de una lección dada por los hechos mismos, signos tangibles de la vitalidad de la Tradición. Y por eso, como yo ya lo decía en el 2006, acerca de las etapas de nuestro diálogo con Roma, debemos tener “fe en la Misa tradicional, esta Misa que exige la integridad de la doctrina y de los sacramentos, promesa de toda fecundidad espiritual de las almas.” DICI: 2012 no es 1988, año de su consagración episcopal. En 2009 se retiraron las excomuniones, en 2007 se reconoció oficialmente que la Misa Tridentina “nunca había sido abrogada,” pero ahora algunos miembros de la Fraternidad deploran que la Iglesia aún no se haya convertido. ¿El rechazo a priori de ellos de un reconocimiento canónico se debe a 40 años de una situación excepcional que resulta de una mala interpretación de la sumisión a la autoridad? Monseñor: Lo que está pasando en estos días muestra claramente algunos de nuestros puntos débiles frente a los peligros que se han creado por la situación en la que estamos. Uno de los principales peligros es inventar una noción de la Iglesia que parece ideal, pero que no se sitúa de hecho en la verdadera historia de la Iglesia. Algunos argumentan que para trabajar “con seguridad” en la Iglesia, en primer lugar, ésta debe limpiarse de todo error. Esto es lo que se dice cuando se afirma que Roma debe convertirse antes de cualquier acuerdo, o que los errores deben ser primero removidos para que podamos trabajar. Pero esta no es la realidad. Basta con mirar el pasado de la Iglesia; a menudo y casi siempre, vemos que hay errores difundidos en la Iglesia. Ahora bien, los santos reformadores no la abandonaron para luchar contra estos errores. Nuestro Señor nos enseñó que habrá siempre cizaña hasta el final de los tiempos. No sólo la hierba buena, no sólo el trigo. En tiempos de los arrianos, los obispos trabajaron en medio de los errores para convencer de la verdad a los que estaban equivocados. No dijeron que querían estar fuera, como algunos dicen ahora. Por supuesto, siempre hay que tener cuidado con las expresiones “fuera,” “dentro,” porque somos de la Iglesia, somos católicos. Pero, ¿por este motivo podemos negarnos a convencer a aquellos que están en la Iglesia, bajo el pretexto de que están llenos de errores? ¡Veamos lo que han hecho los santos! Si Dios nos permite estar en una situación nueva, en un combate cuerpo a cuerpo al servicio de la verdad… Esta es la realidad que nos presenta la historia de la Iglesia. El Evangelio compara al cristiano con la levadura, ¿y queremos que la masa crezca, sin que estemos dentro de la masa? En esta situación, presentada por algunos como una situación imposible, se nos pide ir a trabajar al igual que todos los santos reformadores de todos los tiempos. Por supuesto, esto no elimina el peligro. Pero si tenemos la libertad suficiente de actuar, de vivir y crecer, hay que hacerlo. Realmente creo que esto debe hacerse, siempre y cuando tengamos la suficiente protección. DICI: ¿Cree usted que hay miembros de la Fraternidad que, conscientemente o no, abrazan teorías sedevacantistas? ¿Tiene miedo de su influencia? Monseñor: Ciertamente algunos pueden estar influidos por esas ideas, esto no es nuevo. Yo no creo que sean tan numerosos, pero pueden hacer daño, sobre todo mediante la difusión de rumores falsos. Pero realmente creo que la principal preocupación entre nosotros es más bien la cuestión de confianza en las autoridades romanas, temiendo que lo que pueda acontecer sea una trampa. Personalmente, estoy convencido de que no es el caso. Entre nosotros hay desconfianza de Roma, porque hemos sufrido demasiadas decepciones, por eso creemos que puede tratarse de una trampa. Es cierto que nuestros enemigos pueden pensar en utilizar este ofrecimiento como una trampa, pero el Papa que realmente quiere este reconocimiento canónico, no lo ofrece como una trampa. Ver lo que la propuesta romana permitirá de derecho y de hecho. DICI: Varias veces Ud. ha repetido que el Papa quiere personalmente el reconocimiento canónico de la Fraternidad. ¿Tiene la confirmación personal y reciente del mismo Papa de que es realmente su voluntad? Monseñor: Sí, es el Papa quien lo quiere, y yo lo he dicho varias veces. Tengo detalles suficientes en mi poder para afirmar que lo que digo es cierto, aunque no he tenido trato directo con el Papa, sino con sus más cercanos colaboradores. DICI: La carta del 14 de abril, firmada por los otros tres obispos de la Fraternidad, por desgracia ha sido publicada en Internet, ¿el análisis que ella presenta corresponde a la situación de la Iglesia? Monseñor: Sobre sus posiciones, no excluyo la posibilidad de una evolución. La primera pregunta para nosotros, que hemos sido consagrados por Mons. Lefebvre, fue la de la supervivencia de la Tradición. Creo que si mis colegas ven y comprenden que en derecho y en los hechos hay en la propuesta romana una verdadera oportunidad para la Fraternidad de “restaurar todas las cosas en Cristo,” a pesar de todos los problemas que permanecen en la Iglesia hoy, entonces podrán reajustar su juicio – es decir, con el estatuto canónico en mano y los hechos ante sus ojos. Sí, yo creo, lo espero. Y debemos orar por esta intención. DICI: Algunos en todo el mundo, incluyendo miembros de la Fraternidad, han utilizado pasajes de una entrevista que Ud. dio a Catholic News Service; estos pasajes sugieren que a sus ojos Dignitatis humanae ya no presenta dificultades. ¿Es la manera como esta entrevista se hizo lo que alteró el significado de lo que Ud. quiso expresar? ¿Cuál es su posición sobre esta cuestión en comparación con lo que Mons. Lefebvre enseñaba? Monseñor: Mi posición es la de la Fraternidad y la de Mons. Lefebvre. Como de costumbre, en un asunto muy delicado; hay que hacer distinciones, y algunas de estas distinciones desaparecieron en la entrevista de televisión que se redujo a menos de 6 minutos. Pero el relato escrito que CNS hizo de mis comentarios, restablece lo que dije y que no se ha conservado en la versión difundida: “A pesar de que Mons. Fellay se niega a asumir la interpretación (de la libertad religiosa) por Benedicto XVI como si estuviera en continuidad con la Tradición de la Iglesia, – una posición que muchos en la Iglesia han discutido muy fuertemente -, Mons. Fellay habló de la idea en términos sorprendentemente simpáticos.” En realidad, yo solamente recordé que ya existe una solución tradicional al problema de la libertad religiosa y que se llama la tolerancia. Sobre el Concilio, cuando se me hizo la pregunta: “¿Pertenece el Vaticano II a la Tradición?” Le dije: “Quisiera esperar que así fuera” (lo que una traducción al francés defectuosa se ha convertido en: “Espero que sí”). Esto está en la línea de las distinciones hechas por Mons. Lefebvre de leer el Concilio a la luz de la Tradición: lo que está de acuerdo con la Tradición, lo aceptamos; lo que es dudoso, lo entendemos como la Tradición siempre lo ha enseñado; lo que es lo contrario, lo rechazamos. Las relaciones de la Fraternidad San Pío X con los obispos diocesanos. DICI: Una prelatura personal es la estructura canónica que Usted ha indicado en declaraciones recientes. Ahora bien, en el Código, el canon N º 297 requiere no sólo informar sino también obtener el permiso de los obispos diocesanos para fundar una obra en su territorio. Si bien es claro que cualquier reconocimiento canónico preservará nuestro apostolado en su estado actual, ¿está Ud. dispuesto a aceptar que las obras futuras no sean posibles sino con el permiso del obispo en las diócesis donde la Fraternidad San Pío X no está actualmente presente? Monseñor: Hay mucha confusión sobre este tema, y ??es causada principalmente por una mala interpretación de la naturaleza de la prelatura personal, así como por un desconocimiento de la relación normal entre el Ordinario del lugar y la Prelatura. A esto se añade el hecho de que la única referencia disponible en la actualidad sobre una prelatura personal es el Opus Dei. Sin embargo, seamos claros, si una prelatura personal nos fuese dada, nuestra situación no sería la misma. Para entender mejor lo que sucedería, creo que nuestra situación sería mucho más similar a la de un Ordinariato Militar, porque tendríamos una jurisdicción ordinaria sobre los fieles. Seríamos como una especie de diócesis cuya jurisdicción se extiende a todos sus fieles, independientemente de su situación territorial. Todas las capillas, iglesias, prioratos, escuelas y obras de la Fraternidad y de las Congregaciones religiosas amigas serían reconocidos con una verdadera autonomía para ejercer su ministerio. Sigue siendo cierto – como lo es el derecho de la Iglesia – que para abrir una nueva capilla o fundar una nueva obra, sería necesario contar con el permiso del Ordinario del lugar. Por supuesto, hemos mostrado a Roma como nuestra situación actual es difícil en las diócesis, y Roma sigue trabajando en ello. Aquí o allá, esta dificultad será real, pero ¿desde cuándo la vida es sin dificultades? Lo más probable es que también tengamos el problema opuesto, es decir, que no vamos a ser capaces de responder a las peticiones que vendrán de obispos amigos. Pienso en un algún obispo que podría pedirnos que nos encarguemos de la formación de los futuros sacerdotes de su diócesis. De ninguna manera nuestras relaciones serían las de una congregación religiosa con un obispo, sino más bien las de un obispo con otro obispo, así como ocurre con los Ucranianos o los Armenios de la diáspora. Y si entonces un problema no se ha podido resolver, éste iría a Roma, y ??habría entonces una intervención romana para resolver el problema. Sea dicho de paso, lo que se ha informado a través de Internet con respecto a mis comentarios sobre este tema, en Austria, el mes pasado, es completamente falso. DICI: Si hay reconocimiento canónico, ¿qué va a pasar con las capillas amigas de la Fraternidad e independientes de la diócesis? ¿Los obispos de la Fraternidad continuarán a administrar la confirmación, a proporcionar los Santos Oleos? Monseñor: Si trabajan con nosotros, no habrá problema: será igual que ahora. Si no, todo dependerá de lo que estas capillas entienden por independencia. DICI: ¿Va a haber una diferencia en sus relaciones con las comunidades Ecclesia Dei? Monseñor: La primera diferencia es que ellos se verán obligados a dejar de tratarnos de cismáticos. Sobre un desarrollo futuro, es claro que algunos se acercarán a nosotros, puesto que ya nos aprueban discretamente; otros no. El tiempo nos dirá cómo se desarrollará la Tradición en esta nueva situación. Tenemos grandes expectativas para el apostolado tradicional, así como algunas personas importantes en Roma y el mismo Papa. Tenemos grandes esperanzas de que la Tradición se desarrolle con nuestra llegada. DICI: Siempre si hay reconocimiento canónico ¿le dará la oportunidad a los cardenales de la Curia, o a los obispos, de visitar nuestras capillas, celebrar la Misa, administrar las confirmaciones, tal vez incluso de conferir las ordenaciones en los seminarios? Monseñor: Los obispos favorables a la Tradición, los cardenales conservadores van a acercarse. Hay todo un desarrollo a prever, sin conocer los detalles específicos. Y sin duda también habrá dificultades, que es bastante normal. No hay duda de que van a venir a visitarnos, pero para trabajar de forma más precisa, como la celebración de la Misa o la ordenación, esto dependerá de las circunstancias. Así como queremos que la Tradición crezca, esperamos que la Tradición se desarrolle entre los obispos y cardenales. Un día todo será armoniosamente tradicional, pero ¿cuánto tiempo se necesitará? Sólo Dios lo sabe. DICI: En espera de la decisión de Roma, ¿cuáles son sus disposiciones internas? ¿Cuáles le gustaría que fueran para los sacerdotes y fieles apegados a la Tradición? Monseñor: Cuando en 1988, Mons. Lefebvre anunció que iba a consagrar a cuatro obispos, algunos lo animaron a hacerlo y otros trataron de disuadirlo. Sin embargo, nuestro fundador mantuvo la paz, porque él no tenía en vista sino la voluntad de Dios y el bien de la Iglesia. Hoy en día, debemos tener las mismas disposiciones interiores. Como su santo Patrono, la Fraternidad San Pío X tiene la voluntad de “restaurar todas las cosas en Cristo,” algunos dicen que no es el tiempo, otros por el contrario, que es el momento adecuado. Por mi parte yo solo sé una cosa: siempre es el momento para hacer la voluntad de Dios y sabemos que El nos la hace conocer en el momento oportuno, siempre y cuando nos mostremos receptivos a sus inspiraciones. Por esto, he pedido a los sacerdotes renovar la consagración de la Fraternidad San Pío X al Sagrado Corazón de Jesús, en su fiesta, el 15 de junio próximo, y prepararse a ello con una novena, durante la cual se recitarán las Letanías del Sagrado Corazón en todas nuestras casas. Todos pueden unirse pidiendo la gracia de convertirse en instrumentos dóciles de la restauración de todas las cosas en Cristo. (DICI N º 256, de DICI 08/06/12) Fuente: Dici